Cuando pensaba que ya lo había visto todo en televisión...

...resulta que sigue habiendo imaginación para inventar nuevos realities, aunque claro, cada vez hay que estirar más el chicle tirando de lo de siempre: el calentón del personal. El lunes por la noche y asistí estupefacto al nuevo cóctel de realidad televisiva que están emitiendo Carlotti&friends. A saber: se coge una parte de individuos de pubertad tardía más salidos que el pico de una esquina; se añade otra parte de chicas veinteañeras con pinta de ser más fáciles que la tabla del cero; se mete todo en una casa de Fuerteventura, con mucho calor para provocar que el personal ande todo el día en gayumbos y/o biquini.; y para rematar, se convoca a todos los padres de las criaturas para que vean a sus hijos/as borrachos, morreándose, etc, lo comenten, se peleen entre ellos y acaben nominando. Esta vuelta de tuerca de Gran Hermano con un extra de testosterona se llama "Libertad Vigilada" y la emite Antena 3 los lunes por la noche.

El lunes pasado, durante los diez minutos que estuve frente al televisor, pasó de todo.
Una madre no sabía qué decir cuando vio a su hija bailar una lambada entre dos maromos que la restregaban cual Mr. Proppers profesionales y a continuación mirando a la cámara comentaba que se iba a poner "unos piercing en los pezones porque a los tíos les pone más". Y todo esto con un cubata en la mano que debía de ser el sexto a juzgar por cómo se le trababa la lengua al decir pezones (piercing lo pronunció perfectamente). Cuando a la madre, cincuentona bloqueada, le preguntaron qué le parecía lo que había visto, dijo algo así como "Estoy muy sorprendida. En casa no es así" (así de golfa debimos pensar todos los espectadores).
Acto seguido, se desató una pelea en el grupo que decidió jugar al mensaje codificado (uno le dice algo al oído a otro que a su vez se lo va pasando al siguiente y la gracia está en ver al final cuál era el mensaje original y cuál el que ha escuchado el último participante). Viendo en qué desembocó el juego, yo les daría un parchís o un trivial. El mensaje en cuestión lo originó uno de los chicos que ya había soltado en el cocktail anteriormente una frase del tipo " A mí no me gusta f... porque es de paletos. A mí me gusta que me la ch...". Una pista: f no es de fumar la ch, pues eso, es la ch. Este académico de la lengua encubierto fue el que decidió empezar su mensaje que fue "Olaya (que es una de las concursantes) tiene las tetas grandes. ¿Serán operadas?". Se inició una discusión ya que una de las chicas salió en defensa de la tal Olaya y recriminándole a este individuo que si por favor podía moderar su vocabulario. Lo peor de todo es que la tal Olaya salió en defensa del individuo, posiblemente porque posteriormente ella reconoció que efectivamente sus pechos eran menos naturales que el posado de verano de Ana Obregón y ya que le han debido costar un pasta, que por lo menos que se hable de ellas. La madre de Olaya (subvencionadora de los pectorales de su hija y con un pésimo gusto para los nombres de pila y que me perdonen las cientos de Olayas que son habituales lectoras de este blog), empezó a defender a su hija culpando al del mensaje. El padre del académico justificó el vocabulario y la educación de su hijo diciendo que "en Huelva se habla así". Literal. Con un par. Vivan los argumentos lógicos.
El sueño me empezó a ganar la batalla y decidí abandonar justo cuando los padres de las criaturas empezaban a nominar. Y a Carlotti, ¿quién le nomina?

P.S.: Recomiendo ver una programa en La Sexta que se llama "Sé lo que hicistéis la última semana2 en el que parodian toda la telebasura. Creo que es los viernes. Muy divertido.