08 October 2008

Trilogía Americana

Las siguientes tres entradas que escribiré (o "posts" que dirían los bloggers de verdad), están destinadas a reflexionar tres aspectos concretos de cosas que me han sucedido en un reciente viaje a Estados Unidos que he realizado junto con mi familia.

Episodio I: La conjura de Iberia y mis amigos o la mentira colectiva del inexistente "Upgrade a Business".

En un rápido cálculo, habré montado en avión unas 500 veces. De ellas 498 ha sido en turista, class extra economy, almost beside the bodega.  Las veces que he viajado en Business, las dos veces que he viajado en Business quiero decir, han sido totalmente accidentales. La primera fue en un viaje nacional en el que me invitaron a dar una conferencia. Tuve la suerte de que, al ser el conferenciante suplente, cuando me llamaron para salir a calentar ya no quedaba turista. Muy a pesar de la organización, mi billete fue en business.  Ni que decir tiene que no dormí la noche anterior de la emoción. Me fui al aeropuerto con una sonrisa de oreja a oreja y en la cola de embarque miraba al resto de pasajeros como seres inferiores. A punto estuve de hacerme un camiseta que pusiera "Yo voy en Business en este viaje, ¿y tú?".

Cuando entré al avión, enseñé mi asiento a la azafata ansioso por ver si me hacía una reverencia o algo parecido. Pero no. Me sentó en un asiento que es jodidamente igual al resto de los de turista. Eso sí, tienen una cortina que la echan palante y patrás en función de a cuántos pardillos les han colocado en "business". Y también puedes pedir todo el zumo y los cacahuetes que quieras. Detallazo de Iberia.
 
La segunda vez fue también accidental.  Una empresa me había invitado a una presentación y se me perdió el billete en París. Me lo tuvieron que cambiar por Business. Yo iba un poco desconfiado después de mi experiencia de la cortinilla ruladora pero esta vez he de reconocer que fue mejor. Los asientos eran también iguales pero te daban una carta de vinos y de cena en la que había pasta, pollo, foie. Me pedí todo. Dos veces. 

Pero a lo que vamos. La mayoría de mis amigos a la vuelta de su viaje sueltan la frasecita como quien  no quiere la cosa "Nos lo hemos pasado genial. Además una gozada porque a la ida nos pasaron a business".  Y una polla como una olla. Es una Gran Mentira cada vez más habitual. Es como lo de la el programa Sorpresa, Sorpresa, Ricky Martin y la niña con el pastor alemán. Alguien suelta una trola y la cosa de propaga de tal manera que la gente no sólo se la cree sino que la acaba experimentando. Pues esto igual.

Al principio me lo creía. Ninguno de mis amigos tienen la Iberia Plus Oro, ni Platino ni eran Club Fiesta (hace tiempo que soy un experto ya que llevo muchos años en busca del upgrade y me sé todos los trucos.  A Club Fiesta pertences cuando eres una personalidad como un político o artista famoso, un periodista, o un actor, o Paquirrín, etc). Los de Club Fiesta son los primeros en preferencia de upgrade,  Por eso Paquirrín debe estar gordo. Se debe poner hasta el culo de zumos y cacahuetes en los Business de Iberia.

Pero a lo que vamos. Mis amigos mienten y aunque lo sospechaba desde hace tiempo, he querido verificarlo con pruebas suficientes y reiteradas. Me explico: yo he tenido varias oportunidades de que me hagan upgrade a Business porque me han perdido maletas, he tenido retrasos de 5 horas o, lo que me ha pasado ya dos veces, me han quitado por error un asiento que ya tenía confirmado. Un par de ejemplos y pruebas fehacientes de por qué es mentira que te pasan a Business.
 
Ejemplo A. Orlando, USA, Abril de 2005. Voy a Madrid vía San Juan de Puerto Rico. Saco tarjetas de embarque en Orlando. Al facturar mucho antes, pido la salida de emergencia (el Business de los pobres) para el vuelo de San Juan a Madrid.  Llego a San Juan de Puerto Rico y, tras la 5 horas de retraso de rigor, en el follón del motín de pasajeros los de Iberia han duplicado mi asiento y hay un pavo con las piernas ya estiraditas cuando llego a sentarme. 
No me enfado, más bien al contrario: me alegro porque pienso, ahora sí, esta vez sí. Llega la sobrecargo, se disculpa por el error y me dice que me puedo sentar en cualquier otro asiento libre. 
-No, no, no señorita. Yo quiero mi salida de emergencia sacada antes que este señor que está haciendo estiramientos de gemelo y cuadriceps para que le veamos. Si el error es suyo y no quiere levantar a Paco Piernaslargas de mi sitio, siempre puede darme una solución equivalente. 
La azafata me sonríe. Y va la muy hijadeputa  y levanta a 4 italianas de una fila de 4 y me dice que ahí me podré tumbar y estirar las piernas. Las italianas me miran con odio y yo miro con odio a la azafata. ¿¿¿Pero qué hay que hacer pa que te pasen a business???? Ahí empecé a sospechar de que a ver sí iba a ser un pisto que se tiraban mis colegas.

Ejemplo B. Nueva York octubre de 2008. Asientos confirmados desde una semana antes, Más de lo mismo con el agravante de que ahora no hay italianas porque el avión va lleno. Sólo queda sitio en business. El supervisor me reconoce el error de Iberia y habla por teléfono. Yo pongo cara de indignado pero por dentro estoy más nervioso que los de Gran Hermano esperando las nominaciones. Oigo la palabra Business en la conversación. Por fin, pienso. Por fin. El supervisor cuelga y me dice que lo siento pero puedo rellenar una hoja de reclamaciones.

Ahí confirmé todo. O en el libro de procesos y reclamaciones de Iberia tenían un apartado con una foto mía bajo el epígrafe "No hacer nunca upgrade a este tío" o, lo que era más probable, no existen los upgrades. Cuando un supervisor te pasa a businnes, es como cuando un desconocido te regala flores: mentira (los desconocidos no regalan flores nunca precisamente por eso, porque no te conocen y no saben dónde mandártelas). 

Por eso he decidido que me voy a meter en la rueda de la gran mentira. Cuando me baje descoyuntao de la fila 49 del airbus 340 en un vuelo de 12 horas y me encuentre con mis amigos, les diré: qué gozada tío. Me han vuelto a hacer el upgrade, pero esta vez a primera premium extraclass advantage. Y calla que se me ha sentado Elsa Pataky al lado y no dejaba de tontear conmigo. Le he tenido que pedir por favor que  se cambiase de asiento que estaba casado. Pero lo que ha molado de verdad es cuando me han dejado aterrizar el avión y los pilotos me han dado un billete de 500€ cada uno. Por cierto, que la única putada es que cuando se ha levantado la Pataky de mi lado se ha sentado Paquirrín y ha aprovechado que estaba yo pilotando el avión para comerse mis cacahuetes.

 


2 Comments:

Blogger Jaime Delgado said...

Salva, a nosotros nos paso algo mucho peor.
Vuelo a Sidney haciendo escala en Londres y Singapour. Vuelo de Qantas compartido con British Airways.
Tenemos tipico contacto de estos que "nunca fallan"...
"No os preocupes que si hay alguna posibilidad os pasan a primera, por lo menos hasta Singapour"
Llegamos al mostrador de British en el aeropuerto de Barajas y efectivamente en el ordenador aparece algún mensaje.
La empleada coge el teléfono y efectúa una llamada (habla muy bajito)y apenas entendemos nada.
Nos da los billetes y estamos en Business!! No me lo podía creer!!
Hacemos el viaje a Londres encantados. No era modelo cortinilla pero tampoco era la Super Business que te cagas.
Como tú, aprovechamos a pesar de ser las 11 de la mañana y haber desayuno en casa a ponernos hasta el culo sin rechazar absolutamente nada.
Llegas a Londres con la sonrisa de oreja a oreja y pensando el homenaje que te vas a meter en el próximo trayecto (aprox 12 horas)
Embarcamos con la cabeza bien alta y compadeciéndote de los pasajeros de clase turista.
Entregamos en billete a la azafata y cual es nuestra sorpresa que nos lleva a un asiento turista, turista, ahí no había Business por ningún lado! La miramos como pidiendo una explicación y nos confirma que a pesar de ser fila 1 asiento A y B. Es la fila 1 con asiento A y asiento B de TURISTA!!
Menudo viajecito de 12 horas + otras 10 que nos faltaban.
No pueden jugar con nuestros sentimientos! A mi que mas me da hacer 2 horas en Businnes. Yo quiero el tramo largo, coño!

11:56 AM  
Blogger Patricia said...

Hola

Sí que existe, yo lo he vivido, eso sí, creo que nunca más en la vida me volverá a tocar nada.
Vuelo de Tokyo a Amsterdam, asientos ni lo sé ni me importa porque vamos en la zona borreguera. Paso el control y me adentro hacia el avión y entonces mi marido, que iba detrás de mí me da una voz: 'Espera'. Lo habían parado y estaban remirando el ordenador con su tarjeta de embarque en la mano.
Siguiente que sé: vamos en primera. YUJUUUUUUUUUUUUUUUUUU
No sé porqué fue (imagino que overbooking) pero el mejor viaje del mundo :):):)

3:07 PM  

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