EGOBLOGGER CONDENADO!!!!

Hay revuelta en la Egoblogosfera, ese espacio cibernético sideral donde unos se citan a otros que a su vez vuelve a citar a los unos y así sucesivamente, creando un complejísimo algoritmo que hace que cuando pones blog en Google salgan siempre ellos antes que nadie.

El revuelo del egoblogging viene porque una jueza ha condenado a Julio Alonso, de weblogs SL y autor de Merodeando (aquí si fuera un auténtico egoblogger enlazaría las palabras Julio Alonso, Weblogs SL y Merodeando con sus respectivas páginas web, pero soy un vagoblogger así que paso). El motivo de la condena es que Julio Alonso se limitó a comentar el curioso dato de que cuando buscabas "ladrones" en Google, la SGAE aparece en primera posición. A pesar de la buena fama que tiene la SGAE entre la población española por impulsar políticas tan populares cono el Canon Digital y por haber tirado de artistas consagrados (Luis Cobos, Ramoncín y Teddy Bautista) para formar su junta directiva, los comentarios al post de Julio Alonso no eran del todo favorables a esa institución que vela porque tú y yo no abandonemos la senda de la ley. Que ya se sabe, empiezas bajándote Mari Trini Greatest Hits en el Emule y acabas asaltando la sucursal 324 de la Caixa en la parte nueva Santa Coloma de Granollers. Y además gritando "Esto es un atraco" en castellano, con la consiguiente multa que te puede caer por atracar en español en Catalunya.

Como dije en mi post aterior en la que hablaba de los comentarios en Internet, (aquí sí enlazo porque o me enlazo yo o no me enlaza nadie), la gente le gusta expresar sus sentimientos y opiniones con vehemencia. Y como dicen en Murcia (según mi suegro), a la gente le hace falta poco anís pa regoldar. Así que basta que Julio Alonso haga mención a esta anécdota de Google y la SGAE para que los lectores den su opinión más sincera sobre la madre de Teddy Bautista y la familia de Ramoncín hasta el cuarto grado de consanguinidad. Y claro, como las verdades ofenden, la SGAE le dice a Julio Alonso que quite los comentarios. Y Julio Alonso dice que libertad, libertad, sin ira libertad y que las opiniones son de otros, no suyas. Y la SGAE en plan conciliadora, denuncia a Julio Alonso. Y llega el juicio. Y le toca una jueza que lo único digital que hay en su vida es la huella. Y que además casi seguro que le mola Ramoncín de cuando se desfogaba en las fiestas de su pueblo cantando a gritos los litros de alcohol que corrían por sus venas. Y va y condena a Julio Alonso a pagar 9.000€ a la SGAE. Y lo peor de todo es que Julio quería colgar en Internet el vídeo del juicio. Pero la SGAE no quiere. Yo si fuera Julio lo colgaba en Emule, en BitTorrent y en Rapidshare para los que usamos descarga directa.

Julio, aunque no te va a servir absolutamente de nada, yo te apoyo. Por una egoblogosfera sin censuras.