19 February 2008

Infidelidad

Nunca pensé que me pasaría. Lo juro. Cuando ves a tus amigos que caen uno detrás de otro y les puede la debilidad, jamás piensas que te va a pasar a ti. Imposible, te dices. No a mí. Tengo una relación sólida que otros no tienen. Hemos compartido juntos demasiadas alegrías y tristezas como para echarlo todo por la borda de la noche a la mañana.  Además, que coño, que soy un tío de principios que no se me van los ojos a la primera de cambio. Y da igual que tus amigos digan que no es para tanto. Que te pongan excusas del tipo que si todo llega a su fin, que si hay veces que el cambio es bueno para los dos, que si ya no me daba lo que yo estaba buscando, que la belleza conquista aunque uno no quiera... Chorradas, piensas, para esconder su propia debilidad. Un hombre de verdad es fiel.  Y de repente un día, empieza un runrun y la cosa te hace gracia. Tonteas un rato, diciéndote a ti mismo que no es nada serio y que simplemente estáis conociendoos.  Ya cada vez ese rato va a más. Y descubres nuevas cosas que en tu relación actual no tienes. Y la novedad cada vez es más fuerte y no te deja dormir. Y te empiezas a plantear todos los principios en los que siempre has creído. Y te encuentras a ti mismo poniendo las burdas excusas que antes ponían tus amigos, incapaz de aceptar la realidad: que vas a romper muchos años de relación y que eres igual que todos, un débil incapaz de permanecer fiel. Y entonces vas a la tienda y te acabas comprando el Mac. 


0 Comments:

Post a Comment

<< Home