16 August 2007

VACACIONES SANTILLANA
Ante las miles de peticiones recibidas, a continuación voy a hacer un breve diario de dónde he pasado mis vacaciones.

Primera semana de agosto. Mi cena en Manila, mi copa en Pachá.
Trabajo más o menos relajado. Rematando algunas cosas. De Rodríguez en casa. Increíble revivir los tiempos de soltero donde podía dejar un vaso junto al ordenador y luego otro, y luego otro, y una taza de café, y el plato de la cena y que llegue un momento en que mi estudio parezca la central de stock de PORCELANOSA. Eso sí, un día antes de que llegue mi santa, llamo a los del SELUR para que me echen una mano. Y eso que la asistenta había venido a limpiar. I used to be Torrente.

Segunda Semana de agosto. Carillo’s Tour por Europa central
Proponen en junio mis padres invitar a un crucero. Proponemos los hijos tirar a la promotora de la idea -mi madre- por la borda al salir de puerto si triunfa la propuesta. Mi padre que quiere a mi madre, propone cambiarlo por Europa Central. Mi madre opta por Budapest y mi padre dice que después Varsovia. Primer día en Budapest. Dolor abdominal en mi hermana. Llamamos al médico del hotel. No cree que sea nada grave pero ante el riesgo de una posible apendicitis, nos propone asegurarse en el hospital. Qué deciros de la seguridad social en Hungría. La Paz es la clínica Anderson para haceros una idea. 4 horas para una radiografía. Por fin nos reciben. Entra un chaval de 15 años. Dice qué es el médico. Le digo que no vacile y que llame a su padre. No vacila. De segundo de la ESO en Hungría se pasa a directamente 6º de Medicina. Mi hermana me mira aterrorizada. Le sonrío nervioso mientras pienso para dentro que es una horterada que te cagas morirse en un hospital húngaro un 9 de agosto y le miento: tranquila que seguro que no es nada. Al final tras radiografías y demás cosas le recetan un antiácido y le dicen que no beba más cerveza. Tras dos días más viendo Budapest, ciudad que aconsejo vivamente visitar excepto si uno tiene úlcera de estómago, nos vamos a Varsovia. ¿Qué tienen Teruel y Varsovia en común? Os lo diré: que todo lo interesante lo puedes ver en 3 horas. Nosotros estuvimos 4 días. A partir del primer día por la tarde ya no sabíamos qué hacer. Vida familiar en Polonia.

Tercera semana de agosto. Cádiz.
Acabo de llegar a Costa Ballena, provincia de Cádiz un sitio donde según me dice mi mujer me apetecía veranear desde hace tiempo. Y yo sin saberlo. A juzgar por lo que hemos tardado, el año que viene he decidido que conduzco un rato más y me voy a Bali. Esto está muy lejos. Cuando he llegado había mucha gente en bicicleta. Me he fijado y juraría que he visto a Pancho, al Piraña y a Desi pero como llevaba 700Km de coche quizá haya sido un espejismo. Y por fin la tranquilidad. A los 5 minutos han llegado a visitarnos mis sobrinos de 4, 2 y 1 años que por supuesto se han puesto a leer el Financial Times, The Economist y el Herald Tribune International sin molestar en absoluto. Viva la chavalería.

La semana que viene os cuento cómo me ha ido pero a estas alturas presiento que voy a dejar a Herodes a la altura de Fofó si mis sobrinos siguen ofreciéndome Kalia de aperitivo.

05 August 2007

Willis Haviland Carrier: a tribute

Y tú te preguntarás, ¿quién es Willis Haviland Carrier? Pues es un tipo al que nunca le estaré suficientemente agradecido y que a mi juicio debería estar en el mismo lugar que Fleming, Newton, Guttemberg, Rocío Jurado o los hermanos Lumiere.
Williams Haviland Carrier nació a finales del siglo XIX en Angola, cerca de Nueva York (no es que sea un paquete en geografía, que lo soy, pero hay un Angola en el estado de New Jersey). Al parecer le gustaba arreglar cosas desde pequeño (relojes, muebles de cocina, lámparas). Era lo que habitualmente la gente conoce con el sobre nombre de "manitas" por contraposición a "manazas", sobrenombre por el que habitualmente me conocen los que me conocen bien.
El caso es que un día de agosto posiblemente Williams estaba sentado en su casa de Angola con un 40 grados a la sombra y una humedad de esas que hacen que seas capaz de quitarte un pantalón de chaqué con un leve movimiento de cadera (rememeber Manzanares). Y se dijo a sí mismo que se iba a dejar de gilipolleces con relojes y lámparas e iba a inventar el aire acondicionado. Con un par. Y el tío debió coger dos destornilladores y un condensador o algo así y creo el aire acondicionado. Y os prometo que para mí es uno de los mejores inventos de la historia del hombre que nos permite trabajar, leer, ver la tele y jugar a la canasta sin estar pensando en mudarte a Laponia a vivir. Hoy hace 42 grados en Madrid. Pero yo estoy a 16º. Si algún día me arruino, antes de vender el aire acondicionado pido a la puerta de una iglesia...